Quienes nos dedicamos día a día a la Astrología cumplimos un rol de asesores que a su vez requiere una elevada responsabilidad con los consultantes.
Como todo especialista que puede ofrecer un servicio personalizado referente a las tendencias y posibilidades, también existe una franja de poder de influencia que el astrólogo tendrá en el consultante. De allí la necesidad de adquirir una preparación lo más sólida posible antes de emitir juicios sin verdaderas bases.
Las personas depositan una gran confianza en los astrólogos para recibir a cambio una mayor claridad donde reina la confusión o la incertidumbre.
Nosotros como astrólogos nos apoyamos en la interpretación de mapas diseñados con datos personales de nacimiento del consultante y aportamos una comprensión que le permita a las personas tomar el contacto con su realidad y concientizar las alternativas que tiene para mejorar las expectativas de su propia vida.
El verdadero astrólogo debe procurar la ecuanimidad dentro de sus interpretaciones, cosa que muchas veces es complejo, dada la cantidad de factores que intervienen al efectuar un análisis.
Lo que puede ayudarnos cada vez más a ser mejores servidores a través de la Astrología es ir constantemente preparándonos, nutriéndonos con una formación de calidad en la actualización de fuentes y procesos más que en la cantidad de teorías ya caducadas en el tiempo. Todo esto permitirá que el profesional de la Astrología pueda disponer cada día de mayores condiciones óptimas que permitan brindar a sus consultantes un servicio serio, pulcro, respetuoso y atento.
Lo que requiere una persona que desempeñe el papel de astrólogo en la sociedad es el verdadero compromiso consigo mismo. La maduración, la claridad, la experiencia se gana a base de vivencias y prácticas y no sólo de lecturas y cursos.
Ejercer la Astrología o llamarse Astrólogo amerita un aprendizaje constante, humildad, sincera conexión con el factor humano, empatía y tacto con las personas, apertura a las diversas reacciones y comentarios de los consultantes sin alteraciones, proyecciones y complejos de superiodad ante ellos.
Recordemos que las interpretaciones de las configuraciones de la Carta Natal representan el código energético de la persona y esto exigirá atención, espontaneidad de conocimiento, entender el problema o problemas de los consultantes para orientarlos hacia las resoluciones prácticas y que representen la esencia de la persona.
Felicito a todos aquellos que con pasión, consciencia y buena fe tratan de hacer de la Astrología un recurso digno, orientador y sanador para todos aquellos que la buscan como medio esclarecedor del ser, del propósito y hacia donde vamos.